El pavimento obscuro, radiante
de calor y asfaltado
que pisas cuando avanzas
que él sólo por las calles te acompaña
en busca de un mate
que en ningún bar te ofrecen
y turbada, rara y extrañada
sientes una sorpresa
que ronda tus albores,
que canta en tu ventana
de la melancolía la suave melodía
de la patria que lejos
-más allá del océano-
quedó al partir, diciendo:
“- No te olvides, mi vieja, sos porteña
y éste mi antiguo tango
sonará en tus oídos
dulce y amargo:
como un amor lejano
como un amor perdido. “
Desconcierto de esperar y no hallar
al salir a la calle, un rostro amigo.
Desconcierto de habitar una isla
en medio de una península sedienta.
Desconcierto de haber atravesado
montañas, mares y desiertos
en busca de hogar y libertad
para ver luego
que en todas partes cuecen,
guisaron y hervirán
las mismas habas verdes
del más obsceno abuso de las gentes.
Juego de la palabra dada:
Palabra: desconcierto
Dadora : Luisa
RAITAN
domingo, 27 de abril de 2008
viernes, 11 de abril de 2008
He perdido mis alas
Imagen de http://www.angelred.com.jpg)
He perdido mis alas
Es un instante árido, de cambio.
Mi alma pegada a la tierra reseca
-a la que aún no han llegado
los mansos cristales de la lluvia-
se arrastra.
Sus alas blancas ha perdido.
No sabe en qué revuelta del camino
las abandonó o quizás se las llevó el Destino.
Mis alas eran tan claras y tan leves
que estaban en mí y yo no las sentía.
¡He extraviado mis alas
igual que si fueran mis llaves o mis gafas!
Ni se cómo, ni dónde ni quién pudo hallarlas.
Mis alas eran sólo mías:
a mi medida y únicas en su especie.
Ha sido menester que se ausentaran
¡Que dejaran un enorme vacío
y un silencio tan hondo...
para que yo las sintiera tan necesarias a mi vida
que ahora creo que estoy muerta sin ellas!
Raitán
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He perdido mis alas
Es un instante árido, de cambio.
Mi alma pegada a la tierra reseca
-a la que aún no han llegado
los mansos cristales de la lluvia-
se arrastra.
Sus alas blancas ha perdido.
No sabe en qué revuelta del camino
las abandonó o quizás se las llevó el Destino.
Mis alas eran tan claras y tan leves
que estaban en mí y yo no las sentía.
¡He extraviado mis alas
igual que si fueran mis llaves o mis gafas!
Ni se cómo, ni dónde ni quién pudo hallarlas.
Mis alas eran sólo mías:
a mi medida y únicas en su especie.
Ha sido menester que se ausentaran
¡Que dejaran un enorme vacío
y un silencio tan hondo...
para que yo las sintiera tan necesarias a mi vida
que ahora creo que estoy muerta sin ellas!
Raitán
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